En el pasado, lo único que se exigía de un producto, es que fuese de calidad puesto que no se disponía de los medios tecnológicos de hoy en día ni existía una competencia comercial tan reñida como en la actualidad. Sin embargo, con el paso del tiempo la publicidad adquiere un mayor valor, y decidir entre una caja de madera o cartón como el empaque ideal, más que un tema de gusto personal, se convierte en un asunto publicitario.
Esta realidad no es ajena al mundo de los licores, porque incluso las marcas tradicionales y de mayor fama de vinos, whisky o tequila, se ven en la necesidad de aplicar estrategias de marketing para el diseño de sus etiquetas y envases a fin de mantener la popularidad.
Esto se debe, a que los consumidores son más exigentes que en el pasado y requieren que la satisfacción de sus necesidades abarque la totalidad de sus intereses, siendo menester ofrecerles una experiencia más completa que no solo involucre su relación con la bebida, sino también la oportunidad de interactuar con el empaque, la etiqueta e incluso, la botella.
¿Qué esperan los consumidores en cuanto al packaging?
En términos generales, lo que el cliente espera de la imagen de una bebida alcohólica, es que esta guarde relación con los valores que se relacionan con esta. Por ejemplo, el champagne tiende a relacionarse con la elegancia así como con las ocasiones especiales, por ello el color dorado y detalles como los cristales o la pedrería predominan en las etiquetas y empaques que se diseñan para este licor.
En el caso del tequila, la tendencia se inclina por responder a los valores culturales mexicanos combinándolos con una serie de elementos que caracterizan al público que opta por este licor. De esta forma, quienes pidan tequila bares Bogotá o en algún bar de Europa, podrán sentirse identificados y a gusto con la presentación de la bebida pese a no tener vínculos con la cultura mexicana.
En cuanto al vino, la diversidad de clases existentes permite a los diseñadores tener mayores alternativas para dejar volar su imaginación, sin embargo, las tendencias están dirigidas a transmitir sencillez visual a través de la botella y la etiqueta, reservando la imaginación para personalizar las cajas de cartón o de madera que servirán para empacarlas.
Y como elemento común, siempre será necesario optar por los materiales que garanticen la seguridad del contenido tanto por motivos de calidad como por la importancia de asegurar que este será adulterado, aspecto en el que las cajas de madera tienen la ventaja. En todo caso, la selección de estos, dependerá de su idoneidad según el licor del que se trate.